À Prusia - Old fashioned walk

"One day, in a far away place, I'll let flowers speak to me for an instant".

El clima se enfría a medida que avanzamos hacia el norte por la carretera que lleva al volcán Irazú. No llegamos hasta ahí, nos detenemos en la calle y miramos hacia abajo… una vista bella de Cartago. Hace viento, pero las flores amarillas aportan calidez al cuadro. Decidimos devolvernos para ir a Prusia. Prusia es “territorio desconocido” para nosotros y la verdad, dudamos poder llegar, pues leímos en un artículo que se recomienda ir en vehículo 4x4.

Nos reímos dentro del carro (evitando pensar que el carro de alquiler podría descomponerse en cualquier momento), sostenemos la respiración y finalmente llegamos! No estuvo tan mal después de todo… Y aquí es donde comienza la historia graciosa y cuando digo graciosa me refiero a “terrible en el momento, TAL VEZ cómica un mes después”.

Primero hay que ver la foto anterior en la que salgo colgando de la rama de un árbol. Listo? Poné atención al suelo, lleno de piedras, hojas, etc. Imaginate unos 3 km de ese camino. Pensá en lo que sería perder algo pequeño en ese trillo por el cuál, en una sola tarde, caminan unas 50 personas. ¿La parte “graciosa”? Antes de colgarme del árbol, le pedí a Will que me guardara el anillo y él lo puso en la bolsa de su pantaloneta. ¿La parte más “graciosa”? En alguna parte del camino cuando sacó las llaves del carro, el anillo se cayó.

La peor parte fue que nos dimos cuenta cuando estábamos a media hora del parque y ya habían cerrado! Sinatra sí que sabía de la vida cuando cantaba : “Qué historia la que se podría contar si tan sólo salimos a caminar”.

No te voy a aburrir con los detalles de la noche que pasamos, voy a brincar a la mañana del día siguiente cuando volvimos a Prusia con una meta : encontrar el anillo.

Le preguntamos a la señora que estaba en la entrada si alguien había encontrado un anillo la tarde anterior. Nos miró con lástima y nos dejó pasar sin pagar la admisión. En menos de 10 minutos estábamos abrazados, brincando de la felicidad. Cumplimos la misión imposible! No es mi intención sonar como una romántica sin remedio, pero no puedo evitar decirlo: Cuando es para ti, es para ti…